lunes, 1 de junio de 2015

GLIFOSATO, SU USO MAS ALLÁ DE LOS ILICITOS
La Agencia Internacional para el Estudio del Cáncer declaró al glifosato como un producto probablemente cancerígeno. En Colombia se aviva la polémica que se extiende a los cultivos lícitos regados con ese químico que impactan la canasta familiar. Expertos aseguran que lo dañino es su uso indiscriminado desde el aire.



Mucho se ha discutido sobre la incidencia del glifosato, la sustancia química utilizada para fumigar las hojas de coca y otros cultivos ilícitos en el país bajo el programa de lucha contra las drogas.
Que en el ser humano genera consecuencias negativas parece haber sido ratificado con la reciente determinación del Gobierno nacional de suspender las fumigaciones. Sin embargo, sobre otros cultivos también genera otras consecuencias; pese a ello, aseguran los expertos que es un herbicida permitido, pero en cantidades reguladas y no en forma de “lluvia desde el aire”.
Tras la decisión del Gobierno nacional se enciende el debate porque muchos se preguntan qué sucede con alimentos fumigados con el agroquímico.
Ssgún el ICA, hay 55 herbicidas que contienen glifosato, cuyas licencias fueron aprobadas por el Instituto Nacional de Salud y por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales y que actualmente no hay ningún reporte de que deba ser revisada alguna de esas licencias.
En el mundo el uso de este herbicida está aprobado para 750 productos, lo que lo convierte en el más empleado. Las implicaciones mundiales, incluso para Colombia, podrían desembocar en que algunos alimentos tengan que ser importados, así como en Brasil lo advirtió la Cámara de Soja.
¿Qué es?
El glifosato es un herbicida de amplio espectro, no selectivo, utilizado para matar malezas (pastos anuales y perennes, hierbas de hoja ancha y especies leñosas), creado durante la década de los 60.
Su nombre comercial más conocido es el Roundup de Monsanto, del cual existen varias formulaciones que se caracterizan comúnmente por contener 480 g/L de sal IPA de glifosato y el surfactante POEA (polioxietil amina), pudiendo estribar las diferencias en las concentraciones de los ingredientes y en la clase o mezclas de POEA, que es una familia de alquilaminas polietoxiladas sintetizadas de ácidos grasos de origen animal. En algunos casos pueden contener surfactantes adicionales.
En Colombia, además de su uso como herbicida en la agricultura, se utiliza también como desecante de granos y por vía aérea como madurante en la caña de azúcar y en los programas de erradicación forzosa de cultivos calificados como ilícitos.
Para otros cultivos
Según un estudio de la Universidad Nacional, un reporte en más de 100 países indica que el glifosato es en uno de los plaguicidas más utilizados en el mundo. Aunque pareciera, como en el caso colombiano, que este herbicida tiene un alto uso en la erradicación de cultivos ilícitos, el químico del cual se emplean entre 38 y 48 millones de libras anuales, es destinado extensamente en el control de malezas en sistemas agrícolas.
Según el Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos de la Dirección Antinarcóticos de la Policía, cerca del 10% del total se emplea para erradicar plantaciones de coca y amapola, el restante es utilizado para el control total y no selectivo de las malezas en cafetales y en frutales como vid, plátano, banano, cítricos y palma africana; también en la presiembra de cultivos semestrales como arroz, algodón y maíz y además para que actúe como madurador en caña de azúcar.
“Mucho se ha hablado de los efectos del glifosato, pero son pocas las investigaciones nacionales que buscan confirmar o desmentir tales prevenciones”, afirma Cilia Leonor Fuentes, profesora titular de la Facultad de Agronomía de la UN, quien señala cómo la mayoría de críticas al uso del herbicida en el país se centran en los cultivos ilícitos.
También hay quienes aseguran que su uso es dañino desde cualquier punto de vista.
“El glifosato no sólo afecta a las plantas a las que se supone que va dirigido. Es importante estudiarlo no sólo por las consecuencias sobre la salud humana, sino también por las que tiene sobre el medio ambiente. Desde la contaminación de aguas por su gran estabilidad, a la disminución en la supervivencia de diferentes artrópodos, lo que afecta gravemente a la cadena trófica de los entornos agrarios donde se utiliza este herbicida. Muchos de los estudios realizados están hechos en ambientes controlados, exponiendo a los organismos a niveles controlados del herbicida o adyuvantes”, señala Alfredo Caro-Maldonado, doctor en Biología Celular y Oncología por la Universidad de Barcelona.
Aspersión aérea, el problema
El doctor de la Universidad de Barcelona asegura que el problema radica en las fumigaciones aéreas, que se hacen, en su parecer, de manera indiscriminada, generando así las consecuencias negativas. “Suponiendo que la especificidad del compuesto fuese tan elevada como para sólo afectar a la enzima que sintetiza esos aminoácidos esenciales en las plantas, su acción sin duda también afecta a la flora microbiana necesaria para mantener la fertilidad y el equilibrio ecológico del suelo, incluida la flora necesaria para que plantas como la soja se desarrollen correctamente”, explica.
Además, agrega la Universidad Nacional, una investigación realizada en 2010 por una estudiante de Maestría en Salud Animal, encontró que el glifosato tendría incidencia negativa en la salud de los peces ya que causa una disminución en una enzima que regula la capacidad antioxidante de los organismos de estos animales.
La recomendación, precisan, es seguir usándolo como plaguicida contralado, en dosis pequeñas, y en el caso, por ejemplo de los arroceros del Huila y Tolima, en donde es comúnmente usado, para frenar las posibles consecuencias negativas los investigadores recomiendan dejar los suelos en descanso o hacer rotaciones con otros cultivos o con pastos, algo que no es fácil pero que deben tener en cuenta los productores si desean mantener estas tierras consideradas como unas de las más fértiles del país.
Terminó la era del glifosato en Colombia
El pasado 15 de mayo, el Consejo Nacional de Estupefacientes tomó la decisión de acabar con la fumigación de cultivos ilícitos con glifosato. El único opositor de la medida fue el procurador Alejandro Ordóñez, quien votó en contra con siete votos a favor durante la sesión del Consejo
La medida ya había sido advertida por el presidente Juan Manuel Santos, como principio de precaución respecto al pronunciamiento de la Organización Mundial de la Salud.
Sin embargo, la medida solo se hará efectiva a partir de que la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla, revoque o suspenda el plan de desarrollo ambiental que cobija o permite la aspersión con glifosato.
Actualmente, la intervención está concentrada en Nariño y Caquetá. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario